domingo, mayo 28, 2006

ETAPA 2: ESTELLA - LOGROÑO

Hoy domingo, el día ha amenecido muy, muy temprano. A las 5'20 h ya estaba con los ojos abiertos. La noche ha sido buena, no ha hecho frío y no ha habido mucho ruido en el dormitorio, por lo que, a pesar de que he dado mil vueltas en la cama, he dormido bien. A las 6'00 h han encendido las luces y he subido a la cafetería del polideportivo a desayunar; zumo de naranja, pan bizcochado con mantequilla y mermelada, un par de magdalenas, galletas María y un café con leche. Después, he preparado el equipaje colocando las alforjas mejor que ayer, pues había momentos en que las rozaba ligeramente con el talón del pie. Tras unos estiramientos, emprendo la marcha. Son las 7'15 h de la mañana y hace fresco, pero voy bien. Tengo el trasero muy, muy dolorido, por lo que me pongo bastante crema hidratante para, al menos, evitar que me salgan rozaduras. La verdad es que voy bien, me siento bien, y el Camino empieza sencillo. Lo primero que me encuentro es el Monasterio de Irache, donde están las famosas bodegas y saco alguna foto con la fuente de vino y agua. Lleno el bidón de la bici con vino... bueno... mejor con agua y continúo. Sigo y, antes de llegar a Villamayor de Monjardín, saco una foto a la Fuente del Moro, un precioso aljibe del s. XIII, con el Castillo de San Esteban en lo alto del monte al fondo. Después, hasta Los Arcos, disfruto. Una ancha pista de gravilla con muchos tramos de descenso suave y alguna que otra subida también sencilla. Por fin me he sentido bien, feliz, y me he sorprendido a mi mismo exclamando de satisfacción; ¡qué guapo!, ¡qué maravilla!
Llego a Los Arcos, donde admiro la Iglesia de Santa María, según los entendidos, de estilos románico, gótico, plateresco y barroco, con torre renancentista, que fue inaugurada por Felipe II. Ahora el recorrido no es tan sencillo como antes y alguna vez he tenido que bajar de la bici a empujar. Desde Sansol llego a Torres de Río, ambos muy cercanos, donde contemplo la preciosa Iglesia del Santo Sepulcro, de planta octogonal y bóveda califal, un símil del templo de Jerusalén. Desde allí y por camino complicado, con muchas subidas y bajadas, piedras y senderos, llego a Viana, último pueblo antes de abandonar Navarra y entrar en La Rioja, no sin antes sufrir mi primer pinchazo de la ruta, lo cual me hace perder bastante tiempo en cambiar la cámara de la rueda trasera. Pasear por el casco urbano de Viana es un placer y es en la Plaza del Los Fueros, entre el ayuntamiento y la impresionante Iglesia de Santa María, de estilo gótico, donde me siento a descansar disfrutando de un refresco. Después y antes de salir del pueblo, compro un tomate de la zona, muy sabroso, que como con un pan. De ahí, hasta Logroño, donde entro a las 13'00 h por el puente de piedra. El Albergue de Pregrinos abre las 14'00 h, por lo que decido recorrer el casco viejo en bici. Al final, entre unas cosas y otras 57 km recorridos. Cuando abren el albergue, me instalo, sólo 3 € y está genial. Me ducho, hago la colada y me voy como unas alcachofas de la zona muy buenas y un filete de ternera a la plancha; quedo como un Señor. Después, bajo un sol de justicia y una temperatura de 30º C a la sombra, vengo a un Ciber a contar mis dos primeras etapas. El albergue cierra a las 21'30 h y hay que abandonarlo antes de las 8'00 h.
Durante todo el recorrido he coincidido con frecuencia con un grupo señores mayores italianos, con los que he conversado. Llevan unas bicicletas de envidia y no llevar alforjas ¿?.
Para mañana Logroño - Santo Domingo de la Calzada, unos 50 km., con el Alto de la Grajera y el Alto de San Antón. Espero empezar temprano para evitar el fuerte calor de estos días, aunque el INM pronostica lluvias. Espero que no pasemos de un extremo al otro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Imagino que ese primer contacto con el sillín , el pedadaleo a solas, el sentirte perdido, el sol, el sudor recoriendo la espalda, incluso su sabor cuando baja por la frente y tímidas gotas entran sin querer por la comisura de la boca, "la mente juega malas pasadas ", pero te has sobrepuesto no esperaba menos de tí, imagino que en cada ducha de tarde con el impacto de las gotas frías y limpias en la cara la satisfaccion es doblemente gratificante, reconozco que me has asustado al principio de leerte, pero mi rostro fue sonriendo al final,me uno al comentario de "c" relatas muy bien y es bonito imaginarse esas iglesias, y esos caminos de gravilla.. no te aburro más Juan, espero que en poco y con lo sabio de nuestro metabolismo te empiezes a adaptar a los 50 Km diarios y que las lluvias nunca lleguen... estoy contigo no lo olvides..
besos de Pili y Ale

Juan Alberto dijo...

Gracias a los dos por vuestros ánimos y apoyo. Veo que no os perdéis ni una. Lo que es trabajar en AENA, ¿eh?
Gonzalo, yo prefiero que el sudor ese como consecuencia de otro tipo de ejercicio. Por cierto, que te puedes dedicar a la literatura erótica.