domingo, junio 04, 2006

ETAPA 7: SAHAGUN - LEON

Otra etapa fea y llana.
Tras salir del albergue al frío de la mañana, el catalán de la noche anterior nos corresponde a Richard y a mi con la invitación a desayunar. Después comenzamos a pedalear dirección León por una carretera comarcal sin tráfico que va paralela al Camino. El pedaleo es tranquilo y la media de velocidad alta. No hay nada interesante que ver excepto algunas lagunas con varias cigüeñas y un aeródromo cuyas pistas de aterrizaje son de tierra. Varias avionetas aterrizan a nuestro paso por la zona.
Al final, salimos a la carretera nacional, N-120, y le juro a Richard y al catalán, que nunca más; además del peligro que conlleva, aunque tiene un amplio arcén no deja de ser peligrosa, el ruido de los coches y camiones, el humo y polvo que levantan cuando nos pasan, hace que este tramo sea, con diferencia, el peor de los que he recorrido a lo largo de esta aventura.
Este catalán es todo un caso; no responde a la imagen que dio el día anterior, pues está bastante colgado y, en un par de ocasiones durante el recorrido, se ha parado a fumar porros, y no para de tirarse pedos.
Llegamos entonces muy temprano a León donde nos alojamos en el Convento Carbajalas. y salimos a conocer León. Empezamos por tomar unos vinos; inicialmente eran dos copas, pero la extraversión y conversación de Richard hace que nos inviten a una más. Yo, que no estoy acostumbrado a esto y sin haber comido aún, empiezo a sentir los efectos del alcohol. De allí vamos a otro pequeño bar en el que hablamos con un par de clientes y su dueño como si fueramos clientes de toda la vida; hablamos de todo un poco y los vinos nos sueltan la lengua. Lo pasamos bien pero, lógicamente, pasa factura.
Durante la comida, tema de conversación tenso entre el vasco Richard y el catalán Vicente; la política y el nacionalismo entre dos personas nacidas en territorios donde la política está fuertemente presente.
Después visitamos la preciosa Catedral de León, de estilo gótico, con tres naves laterales y nave transversal, en forma de cruz. Después, ellos se van a descansar y yo continúo la visita turística; recorro las murallas por el exterior, llego a la Puerta del Castillo, visito la Real Colegiata de San Isidoro, los Jardines del Cid, veo la Diputación y la Casa de Botines de Gaudí, etc.
Después hago tiempo en un pequeño parque hasta las ocho, hora en la que hemos quedado para cenar, donde me quedo ligeramente dormido debido al cansancio; ¡quién me viera! Al despertar, se me han pasado 10 minutos de la hora acordada, pero estoy muy cerca y allí encuentro a Jesús y Manolo, con los que tomo unas cervezas acompañadas con unas tapas que nos sirven de cena.
Vuelvo al albergue y veo la ruta del día siguiente; León - Astorga, otros 50 km que, como siempre, se incrementaran an algunos más.

No hay comentarios: